EN bORRADOR:
Los códigos QR son una novedosa y potente herramienta de marketing, pero si se saben utilizar, con lógica y habilidad, con sentido común. Para que resulten efectivos se han de acompañar de los textos oportunos y emplearse en el contexto adecuado. Gracias a una valiosa aportación del portal especializado marketingdirecto.com nos hemos enterado de algunos usos no adecuados de los códigos QR para evitar que nuestra campaña de publicidad y promoción resulte un fiasco y de que nuestros esfuerzos creativos nos hayan servido fielmente a nuestros propósitos. Además, he aprovechado para añadir impresiones propias y otros usos indebidos que se me han ido ocurriendo. En lo que se refiere al uso de herramientas web como el código QR, ante todo debe primar un criterio sistemático, funcional y práctico frente a delirios de estética puramente visualque impidan su funcionamiento tecnológico y el cumplimiento de su fin primordial de transferencia de información.
Algunos usos inadecuados de los código QR
- Un código QR tan reducido que no pueda ser escaneado por ningún dispositivo.
- Utilizar códigos QR sobre diseños oscuros y no colocarle un fondo diferenciador (de color blanco por ejemplo), con lo que se acabará mimetizando con el fondo y ello impedirá su lectura.
- Un Código QR colocado en lugares o contextos que no atraigan al público objetivo de la marca, con lo que resultan prácticamente invisibles e ilocalizables por los clientes potenciales.
- Código QR emplazado en una web móvil: la “pescadilla que se muerde la cola”, sobran las palabras…
- QR en solitario o acompañados con textos que no explican claramente a que conduce su lectura. Corremos el riesgo de provocar indiferencia en el usuario y en muchas ocasiones no procederán a su lectura.
- No duplicar la existencia de códigos QR en un soporte publicitario si no está plenamente justificado. No compensa emplear varios QR con idéntico destino para hacer más extensiva su capacidad informativa, puesto que su aspecto parecido puede llegar a abrumar al usuario y estaremos ocupando espacio útil que podemos emplear para otros menesteres.
- Un QR colocado de forma que el usuario para escanearlo tenga que adoptar una postura incomoda hace que su efectividad publicitaria se vea claramente disminuida, ya que el usuario tiende al menor esfuerzo posible en casi todo lo que hace.
- Códigos QR en “sitios peregrinos” como en la etiqueta que hay dentro de las cisternas. Esto resulta un imposible, ya que en el caso de que lleguemos a saber que dentro de nuestra cisterna hay uno de estos (puede que donde adquiramos el sanitario nos lo digan amablemente) y nos entre mucha curiosidad, lo primero que deberemos hacer no será coger el móvil, sino abrir nuestra cisterna (una maniobra nada tecnológica ni informativa) y luego finalmente intentar, a ojo, escanear en lo posible el código si tenemos suficiente ángulo o espacio para hacerlo. Toda una una genialidad. Y todo mientras nos vamos preguntando en todo este proceso a dónde nos llevará finalmente este código QR colocado en tan singular sitio.
- Códigos QR de “apagado y encendido” o lo que es lo mismo de esos en los que solo se dispone de tan solo segundos para escanearlos porque han tenido la idea de colocarlos en la parte de atrás de un autobús interurbano y si no se aprovechan los estacionamientos (encendido), la otra solución es salir corriendo detrás de ellos y a la vez atinar con a lectura (momento apagado), habilidad que poca gente en el mundo tiene desarrollada.
- QR “dinámicos”, pero no estoy hablando de informática, no, sino más bien de aquellos que por virtud de artificio humano, se colocan en soportes cuyo movimiento es constante y por ello hacen inútil los intentos de su lectura, como los que hay en carteles pendidos del techo en establecimientos comerciales.
Fuente: marketingdirecto.com Y no os perdáis las imágenes del artículo original.
http://www.dokumentalistas.com/recursos/tecnologia/como-no-utilizar-los-codigos-qr/
Sem comentários:
Enviar um comentário
Comenta tu opinión sobre esta entrada.
Leo y respondo a todos los comentaios.
Podría invitarte a escribir en este blog.